Carril bici entre La Couarde y Saint-Martin-de-RéCarril bici entre La Couarde y Saint-Martin-de-Ré
©Carril bici entre La Couarde y Saint-Martin-de-Ré|Mathieu Génon

La Vélodyssée y la isla de Ré

La isla de Ré a las puertas del Vélodyssée

Haga una escala en la isla de Ré desde la Vélodyssée, una ruta ciclista costera que recorre el litoral atlántico.

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Una aventura en bicicleta por la costa atlántica

La Vélodyssée es el nombre que recibe la excepcional ruta ciclista que bordea el Atlántico desde Bretaña hasta el País Vasco. Atraviesa parte de Finistère, Morbihan, Loira Atlántico, Vendée, nuestra querida Charente Marítima, continúa por Gironda, bordea las Landas y luego los Pirineos Atlánticos. El Vélodyssée se extiende a lo largo de 1.200 km de carriles bici y vías verdes, bordeados principalmente por el Océano Atlántico.

La Vélodyssée en Charente-Maritime comienza en el norte con el paso del Pont du Brault, frontera con Vendée a lo largo del Sèvre Niortaise. Este primer tramo charentais de la ruta ciclista es una auténtica etapa de naturaleza, siguiendo primero el estuario del Sèvre Niortaise y luego el canal de Marans a La Rochelle.

Una vez en La Rochelle, ¡piense en hacer una parada! Con sus casas de entramado de madera, sus calles porticadas, sus torres medievales, su mercado, su puerto viejo y su puerto de Minimes, sus museos, su acuario, sus salas de conciertos y sus eventos como el Grand Pavois y las Francofolies, La Rochelle es un gran lugar para vivir.

Un descanso en la isla de Ré

La Vélodyssée le llevará directamente a Châtelaillon-Plage, Fouras, Rochefort, Marennes y Royan, pero antes de continuar hacia el sur del departamento, es imprescindible una escapada a la isla de Ré. La Rochelle y la isla de Ré están unidas por excelentes carriles bici. Se tarda menos de 20 minutos en llegar al puente de la isla de Ré desde el centro de La Rochelle. Además, el puente cuenta con un carril de doble sentido reservado a las bicicletas y, por supuesto, de uso gratuito y completamente separado del tráfico rodado.


La isla de Ré, un paraíso para los ciclistas

Al llegar a la isla de Ré a través de los carriles bici, enseguida le invade una sensación de bienestar, el deseo de pedalear por los 110 kilómetros de senderos que atraviesan marismas, bosques y reservas naturales… Le espera una diversidad de paisajes, desde páramos salvajes a marismas saladas, bosques de pinos que desembocan en playas y, después, los encantadores pueblos de Ré.

Con una longitud de 30 km y sin relieve, la isla es un auténtico paraíso para los ciclistas, ¡ya sean de ocio o deportistas!


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