Una escapada deportiva y eco-responsable en la Isla de Ré

Primer día

Llegada a la isla y orientación

Empiece por instalarse en el alojamiento eco-responsable que ha tenido el placer de seleccionar antes de su llegada. Ya sea un camping, un bed and breakfast, un hotel o un pueblo de vacaciones, hay para todos los gustos y bolsillos.

Si no ha traído su propia bicicleta, acuda a una de las numerosas empresas de alquiler. La isla de Ré está dotada de 138 km de carriles bici, por lo que es fácilmente accesible en bicicleta.

Dé su primer paseo en bicicleta o a pie por el pueblo donde se alojará para orientarse con tranquilidad.

Por la noche, deléitese con una cena en un restaurante que apuesta por los productos ecológicos y de temporada.

Día 2

Encuentro con productores locales y actividades responsables

Visite los mercados agrícolas locales de cada pueblo de la isla. Salga a su encuentro y prepárese un picnic local gourmet para almorzar. A la hora de comer, disfrútelo en una playa o en el bosque, a la sombra de los pinos. Recuerde recoger toda la basura y no dejar rastro de su paso cuando se marche.

Por la tarde, practique actividades relacionadas con el saber hacer local o descubra actividades deportivas como el windsurf, el kitesurf o el piragüismo.

Día 3

Visita a la reserva natural y las salinas

El norte de la isla es un remanso de paz para los amantes de la naturaleza y los animales. Recórralo en bicicleta para admirar el paisaje y llegar a la reserva natural ornitológica de Lilleau des Niges.

Esta parte de la isla, tan virgen, sólo es accesible en algunos lugares. Desde la reserva y las salinas, admire el Fier d’Ars, lugar Natura 2000. Aquí, se sumerge en plena naturaleza y el tiempo parece detenerse.

Termine su estancia tomándose el tiempo necesario para admirar el paisaje por última vez, oliendo el yodo y disfrutando de un entorno natural relajante.