Día 1
Sábado: el sur de la isla, visitando pueblos y sitios patrimoniales
Mañana: el sur de la isla, entre patrimonio cultural y natural
Cuando llegue a la isla, póngase en ambiente empezando por la Abadía de los Châteliers, situada entre La Flotte y Rivedoux. Cerca de la costa, continúe su exploración hacia La Flotte, catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Si llega antes de las 13:00, dé un paseo por el mercado de inspiración medieval y, a continuación, recorra las callejuelas y el puerto. Deténgase en la oficina de turismo para obtener información y folletos sobre la isla.
Desde La Flotte, diríjase a Saint-Martin, ciudad fortificada y capital de la isla, para descubrir sus callejuelas, sus fortificaciones y su puerto. Es uno de los pueblos más visitados y animados de la isla. Los famosos burros de Saint-Martin le esperan en el Parque de la Barbette. Disfrute de un almuerzo en la terraza y deléitese con un helado.
Tarde: bicicleta y playa
Es hora de dirigirse a una tienda de alquiler de bicicletas. No olvide pedir su mapa de carriles bici en la oficina de turismo del pueblo donde se aloje.
Una vez que tenga su bicicleta y el mapa de las rutas ciclistas, diríjase a Le Bois-Plage o La Couarde. Conocidas por sus playas de arena fina, son lugares perfectos para relajarse después de un paseo en bicicleta y dejarse seducir por las notas yodadas del aire marino.
Si le queda energía, es el momento de practicar deportes náuticos: surf, paddle surf, windsurf y mucho más.
Termine el día con una degustación en una cabaña ostrícola, un picnic en la playa o en uno de los numerosos restaurantes mientras admira la puesta de sol.