De un vistazo
Declarada Monumento Histórico, la abadía fue terminada por monjes cistercienses en 1156 y representa el punto de partida del desarrollo a gran escala de viñedos y salinas en la isla de Ré.
Vista aérea Abbaye Des Chateliers La Flotte Ile De Re Jules SerrurierVista aérea Abbaye Des Chateliers La Flotte Ile De Re Jules Serrurier|
Los imponentes restos de una historia fascinante
De la abadía sólo quedan hoy sus majestuosos vestigios. La iglesia abacial, sus galerías, su jardín claustral y su antiguo refectorio hacen de este lugar un sitio excepcional que le seducirá en cualquier época del año.
El sitio es de acceso libre, pero una visita guiada con el Museo del Platin le ayudará a desentrañar todos sus misterios.
Impresionantes haga el tiempo que haga, estos vestigios también ofrecen la oportunidad de tomar unas fotos sublimes y disfrutar de una vista fantástica de la curvatura del puente de la isla.
Abbaye Des Chateliers Interior La Flotte Ile De Re Mathieu GenonAbbaye Des Chateliers Interior La Flotte Ile De Re Mathieu Genon|
Abbaye Des Chateliers Sunset La Flotte Ile De Re Laurence FuricAbbaye Des Chateliers Sunset La Flotte Ile De Re Laurence Furic|
Ruinas en un entorno encantador
Nada más llegar al yacimiento, ya sea desde la costa o desde la carretera, no pierda la oportunidad de detenerse y admirarlo desde lejos.
En primavera, déjese cautivar por los sublimes colores de los magníficos campos de flores de los alrededores, que confieren al lugar un aire bucólico. Diríjase a la abadía y comience por leer el panel informativo antes de sumergirse en los vestigios de este misterioso lugar.
Por último, eche un vistazo al fuerte de La Prée: las piedras de la abadía se utilizaron para construir este bastión.
¿Lo sabías?
Hubo una propuesta para que el puente terminara al pie de la abadía antes de que se tomara la decisión final de llevarlo hasta Sablanceaux. Después de eso, tiene un aspecto diferente, ¿verdad?
Un lugar con carácter, haga el tiempo que haga
Venir a la abadía cuando el cielo no está en su mejor momento confiere otra dimensión a la abadía.
Un simple cielo gris, en este lugar rodeado de verdor, acentúa sus colores y refuerza su carácter. No dude en visitarla al atardecer. Los reflejos del crepúsculo en la piedra crean una mezcla de calidez y poesía.
Por último, ¿por qué no probar un descubrimiento nocturno? No hay duda de que bajo la luna y las estrellas, la magia funciona aún más.
Continúe su visita
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