Una isla polifacética
Entre sus pueblos y sus paisajes
Verdadero mosaico de paisajes idílicos, la isla de Ré está formada por diez pueblos, cada uno con sus características propias, que contribuyen a la singularidad y unidad de la isla. Cada aldea cuenta su propia historia, donde el hombre y la naturaleza conviven en perfecta armonía. Callejuelas empedradas bordeadas de flores, extensiones de playa con magníficas vistas, mercados bulliciosos que ofrecen una gran variedad de platos locales, restaurantes con sabores auténticos, un patrimonio histórico lleno de anécdotas y curiosidades originales, museos cautivadores y puertos típicos que invitan a la contemplación… ¡Todos estos ingredientes prometen una experiencia inolvidable, para compartir sin moderación!
Los senderos forestales y las reservas naturales, a las que se puede llegar pedaleando gracias a los 138 km de carriles bici que salpican la isla, también forman parte del paisaje. La diversidad de estos entornos naturales es también un recordatorio de que la naturaleza ocupa un lugar central en el paisaje de La Reunión, y que su preservación es muy apreciada por los isleños que viven aquí todo el año. Los ecoguardas organizan salidas «en plena naturaleza» para proteger la isla de forma lúdica y pedagógica para todo tipo de visitantes, jóvenes y mayores, de cerca y de lejos.
Además, la isla de Ré cuenta con numerosos oficios ancestrales, como la ostricultura, la viticultura o la producción de sal. En 2023 se concederá una IGP a la sal y la flor de sal de la isla. Suficiente para abrir el apetito, ¿no cree?